¿Qué haría entonces con el resto de estatuas? En principio
pensó en destruirlas, pero se las estuvo mirando bien y le hizo pena, pues
algunas de ellas sin llegar a la perfección de Adán y Eva también tenían su
encanto. Se le ocurrió la idea de esconderlas en las profundidades del mar en
un lugar desconocido que por siglos que pasaran nadie las pudiera encontrar.
Luego se puso a pensar y creyó que Adán y Eva finalmente se
aburrirían una vez hubieran recorrido todo el paraíso. Entonces creó a la
serpiente y él mismo se desdobló en la parte oscura del mal. A ellos también
les concedió el libre albedrío.
¿Y ahora qué? Ahora Dios es consciente que cometió dos
graves errores al crear el mal y darles el libre albedrio. Es evidente que el
hombre creyéndose un dios, más cerca cada vez del mal, es capaz de destruir
toda su obra e incluso autodestruirse manipulando virus y haciendo experimentos
indeseables. Siempre por eso le quedan todavía las estatuas escondidas en el
fondo del mar,
1 comentario:
A ver..a ver, qué puede haber en ese fondo del mar?
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