viernes, 3 de noviembre de 2023

DESTELLOS DE RUBIES

 

                                                        



Un sonido extraño hizo que despertara. Al abrir los ojos, contemplé una sorprendente imagen que me dejó impresionada. Una especie de pirámides invertidas descendían lentamente, a veces se quedaban unos segundos suspendidas y luego continuaban el camino hasta desaparecer en el fondo del acantilado. Sonaban como una dulce melodía, mientras emitían unos destellos de color rojo que me deslumbraban.

            Recordé de inmediato, cuando de niña, regresaba del colegio y entraba a darle un beso a papá en su taller de joyería. Siempre estaba con alguna joya entre las manos, limándola,  fundiendo oro y moldeándolo para confeccionar la pieza. Un día tenía unas piedrecitas que reflectaban la luz emitiendo destellos de color rojo. — ¿Cómo se llaman estas piedrecitas papá?—le pregunté entusiasmada.

            —Son rubíes cariño, —me contestó muy orgulloso.

            Me estremecí y se llenaron de lágrimas mis ojos. Sin embargo, una potente energía recorría todo mi cuerpo. La imagen había desaparecido. La noche era negra y oscura. Los últimos acontecimientos te golpeaban cada día en las noticias. Guerras y más guerras, hambre y desigualdades. Individualismo atroz y soledad. Tragedias por el cambio climático. La Humanidad estaba perdida y el mal campaba a sus anchas sin que nadie pudiera evitar un final próximo.

            Volví a mirar al cielo y aparecieron de nuevo las pirámides con destellos de rubíes. Seres bondadosos evolucionados, llegaban desde lejanas galaxias a irradiarnos, con la energía más potente que podría salvar el planeta: EL AMOR

El día en que su vida sufrió el cambio no había sido anunciado en ningún aspecto. Muchas más personas tuvieron la misma visita y así todo se fue solucionando.





No hay comentarios:

Publicar un comentario