La muerte forma parte de la misma vida. Cuando nacemos es la única certeza que
tenemos, un día tarde o temprano hemos de morir.
La muerte siempre ha preocupado a los humanos por el misterio que conlleva. Desde
que los primeros homínidos alcanzaron el conocimiento, y fueron conscientes de que sus
semejantes, un trágico o fatídico día dejaban de existir, comenzaron los rituales funerarios. A
lo largo de la Historia, dependiendo de las costumbres y la época, el tema de la muerte se ha
tratado de diferentes maneras. Los egipcios enterraban sus muertos con todas sus
pertenencias para que cuando llegaran al más allá las pudieran seguir utilizando. Griegos,
romanos. También de ahí salieron las religiones, los dioses. Todo aquello que no conocemos el
hombre, con su gran capacidad de imaginar y por no resignarse a que un día en polvo se
convertirá, crea paraísos fantásticos para dar continuidad a su vida.
La muerte también ha estado tratada por filósofos, Schopenhauer decía que cada
mañana renacemos y morimos cuando nos vamos a dormir. Poetas y dramaturgos, cantantes
como Serrat en su emblemática canción “Mediterráneo” nos habla de “cuando me lleve la
parca”.
En nuestra cultura occidental, dejando de lado la religión católica, con su cielo e
infierno, la muerte es algo que no queremos mirar de cara porque nos asusta y contra mas
tarde llegue mucho mejor. Hay familias que por suerte la muerte todavía no la conocen porque
nadie de su entorno más cercano se ha ido.
Este no ha sido mi caso. Desde muy pequeña, con solo tres años, tuve que soportar la
muerte de mi madre. Se marchó sin decirme adiós. Su ausencia toda mi vida ha sido
insoportable y la herida todavía sangra en mí ser. Después se fue mi abuela, tíos, y también mi
padre, cuando yo todavía lo necesitaba, pues era mi maestro, mi guía. Todos se marcharon
muy pronto, quizás antes de que les tocara por edad. Solo la abuela vivió ochenta y ocho años
y vio enterrar a ocho de sus diez hijos. Ahora también han traspasado amigos íntimos que echo
mucho a faltar. “Cuando un ser querido se va, algo se muere en el alma…” Hay que pasar el
duelo. Nunca los olvidaremos y siempre vivirán en nuestro corazón.
Qué queréis que os cuente sobre la muerte, esa señora vestida de negro que por las
noches te acaricia con su velo. Hay tantas teorías sobre ella.
Hoy día la ciencia está estudiando si realmente hay vida después de la muerte, como
todas las religiones y filosofías han descrito. Somos energía y ya sabemos que ni se crea ni se
destruye. Somos consciencia. Formamos parte de una Consciencia superior. Cada cual con sus
creencias. De una forma u otra aprovechemos y disfrutemos el aquí y ahora. Vivamos cada
instante con Amor y armonía. Observemos la magia de la Naturaleza que nos habla. Demos
gracias al Universo por lo que somos.
Roser
1 comentario:
Estupendo relato tata Roser
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