Ya sé que te has pasado las tardes de verano estirada en
la cama, observando a través de la ventana como el sol se escondía tras las
nubes, allá en el ocaso. Ensimismada en tus recuerdos, momentos que ya no volverán,
pero que sí los viviste, y eso es lo que has de valorar. No dejes que la
tristeza y la nostalgia te abatan. Olvida las personas que marcharon. Piensa
que quizás no te merecen. Otras personas vendrán y nuevas experiencias te
aportarán. De eso se trata la vida.
Odias
los meses sofocantes de Agosto, con temperaturas elevadas que te quitan incluso
el ansia de bajar a la playa a darte un chapuzón. Este verano has aprendido la
palabra de moda, “Procrastinación”. Pero lo cierto es que llevas bastante
tiempo sin ganas de hacer nada. Te lo tendrías que hacer mirar. No será por
terapeutas, que hoy día abundan y puedes encontrarlos online.
Te
conozco, sé que la soledad te aplasta, te desmotiva. Pero si tú tienes un gran
potencial. Solo necesitas volver a conectarte con la creatividad. Tú puedes. ¡Hazlo!
Vuelve a viajar.
Llegó
Setiembre, y me apunté a un circuito por Portugal. Hacía años que quería visitar
el país. Encontré por fin a una amiga, que conocí hace años en otro viaje a
Formentera y le gustó la idea. Hoy día es altamente complicado encontrar
personas que quieran compartir contigo un viaje. Hay muchos aspectos que nos
separan; económicos, ritmos diferentes, estado físico, gustos, y un sinfín de
etcs. Nos hemos hecho mayores. Cuando eres joven todo es maravilloso. Tienes
amigos con los que compartes las mismas aficiones y cuando has de viajar, lo
que menos importa es el lugar donde vas a visitar. Todo es tolerancia y buen
rollo.
Acabo
de regresar del viaje y estos pocos días, pero muy intensos, que ha durado, me
han hecho reflexionar. Sin entrar en detalles os diré que Portugal es
maravilloso, me ha gustado mucho todo lo que hemos visitado, Lisboa, Oporto, Coímbra,
Fátima, Nazaret, Sintra … Lo importante es que me parece que estoy saliendo de
la procrastinación.
También
me ha servido para valorar todo lo que tengo y lo que soy. Simplemente observando
a tu alrededor, las circunstancias de cada persona para comprender sus extraños
comportamientos, sus manías, sus paranoias. ¿De qué me puedo quejar?
Y
como broche final, para dar gracias al Universo, está haciendo un tiempo
estupendo y cada día bajo un par de horas a la playa y me sumerjo en unas aguas
cristalinas y nado como una sirena, como siempre recuerdo. Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario