viernes, 31 de marzo de 2023

HUIDA HACIA LA LIBERTAD

 




Mirando ensimismada a través de los cristales, veo cómo el operario del aeropuerto va cargando las últimas maletas en el avión apostado en la pista. En breve anunciarán mi vuelo y saldré por fin de este infierno.

Vine a esta maldita isla, perdida en medio del Pacífico, por amor. Te seguí hasta aquí porque me creí todas tus mentiras; que de verdad me querías y que, como yo, te habías enamorado de mí. Todo fue un engaño. Al poco tiempo de estar aquí, con todo el dolor de mi corazón, fui descubriendo quién eras en realidad: un criminal, un terrorista que me utilizó como tapadera para sus fines violentos.

Me despojaste de mi dignidad, con injurias y malos tratos. Doy gracias a Dios por no haber tenido contigo ningún hijo que ahora me ate a ti o a tu clan familiar, que también me someten. Por fin hoy me podré liberar.

Ayer interpreté una obra de teatro, fingiéndome una viuda destrozada por haber perdido a su marido en un trágico accidente. De luto riguroso, al estilo de vuestra cultura, derramé lágrimas y sollozos para hacerlo todo más real.

Sé que se le removieron los huesos en la tumba.

Cuando oigo por los altavoces: «Pasajeros con destino Nueva York, embarquen por la puerta 5», doy un brinco de la silla y le entrego el pasaporte a la azafata. El corazón me da un vuelco al ver dos policías que se acercan corriendo hacia mí. Arranco el pasaporte de las manos de la azafata y corro hacia el avión. Subo la escalerilla y allí mismo me espera un agente del FBI. Soy una testigo protegida. Respiro hondo y dejo pasar el mal sueño que tantos años ha durado.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario