martes, 24 de junio de 2014

SUSPENDIDA EN LA SOLEDAD

Cada día me pregunto, si esta solitud hace honor al nombre de Soledad, que me sobrevino como una sentencia, el día de mi bautizo. Estoy sola y, sin quererlo, así me siento. Sueño en dejar de serlo, pero muchos sinsabores me llevaron a la situación en la que me encuentro. Secuencias de mi vida vislumbro por las noches sin dejarme conciliar el sueño. Hubiera sido hermoso conocer a alguien que llenara de sentido mi vida. Satisficiera mis anhelos. Sólo sé que por mucho que lo intento, siempre acabo sin saber por qué maldito sortilegio no lo consigo. Quizás alguien sembró un día en mí, algo sombrío. Sombras en la oscuridad me acechan con nocturnidad. Me quitan el sosiego, suspiro, y siento como quedo suspendida en el vacío. Sigilosamente voy cayendo en silencio hacia el abismo. Sencilla, austera y solemne, se acercará un día la señora. Estoy segura que vendrá a buscarme. Me liberará de tanto sufrimiento. Mis sienes, suaves y blancas, suplicarán al menos saber si fue solo destino, o sucesos sin pretexto. Se han sucedido los años y mis sentimientos quedaron ocultos. Cuando mis cenizas se esparcieron se los llevó el viento.

1 comentario:

Unknown dijo...

Bello, breve y poético relato que caló en mis entrañas como un rayo, profundo