CARTA A MI AMIGA MARIA

Hola María, ¿qué haces?, ¿cómo estás? Yo muy aburrida, no sabes cuánto me aburro Ría. Tengo muchas ganas de que se termine el verano y volvamos al colegio. Mi tía es una pelma querida, basta que aparezca una nube en el cielo para que ese día ya no vayamos a la playa. Entonces sólo me queda el aliciente de mirar por la ventana. Cada día al atardecer se llena la plaza de gente. Unos regresan de la playa y entran en la heladería de enfrente. Salen comiéndose suculentos helados de diversos colores. La boca se me hace agua. ¡Qué envidia! Otros traen las sillas de sus casas y se ponen a parlotear hasta que cae la noche. Muchos días viene un señor con una guitarra y toca melodías parecidas a la música que escucha mi abuela. La vecina de abajo no tiene vergüenza y se pone a bailar con cualquiera que en ese momento pase. Me parece Ría que le falta un tornillo. Por supuesto mi tía no me deja ir a jugar con aquellos niños que te comenté del año pasado. Me gusta mucho Esteban. Se ha hecho muy alto y tiene un poco de bigote. Antes siempre iba a su casa y me dejaba todos los juguetes. Tenía también en el jardín una tortuga. Ahora mi tía dice que ya estoy muy crecidita y es mejor que me quede en casa ayudándola. No la soporto Ría. Desde luego yo no le hago ni caso y cuando puedo me lo monto para despistarme. Luego está el baboso de mi tío. Temo quedarme sola con él. Piensa que no me doy cuenta, pero si puede me mete mano. No soy tonta y sólo me dejo un poco para que me dé dinero para jugar al millón. El otro día estuve jugando bastante rato y gané varias partidas gratis. Ahora te tengo que dejar María, todavía me quedan muchos deberes por hacer. No sé si podré terminar todo el cuaderno que nos dió Sor Anastasia.para este verano.

Muchos besitos y escríbeme pronto.

Tu amiga del alma,

ANA